El FUSNA (Fusileros Navales) es el nombre con que se denomina al centro de detención que funcionó en la sede operativa de ese Cuerpo de la Armada uruguaya. Tuvo una doble función, como centro clandestino de detención y tortura, y como una cárcel para las personas que, luego de su secuestro y detención ilegal, eran procesadas por la justicia militar.

El lugar era operado por el organismo militar de igual nombre, dependiente del Comando General de la Armada de Uruguay que fue creado oficialmente por decreto en marzo de 1972.

A partir de esa fecha, el FUSNA fue la unidad operativa de la Armada uruguaya que participó en la llamada lucha antisubversiva, lo que implicaba la persecución de militantes políticos, sindicales y ampliamente a toda oposición a la dictadura.

La operativa del FUSNA se desarrolló en tres grandes galpones del extremo suroeste del Puerto de Montevideo. Esos galpones en su exterior permanecen con escasas modificaciones y son construcciones características del puerto, por el color rojizo de sus ladrillos.

Dentro del galpón se ubicaba en el piso intermedio las instalaciones donde se realizaban la tortura y los interrogatorios de personas secuestradas de ambos sexos. Las personas que ya habían sido procesadas por la justicia militar pero que eran sancionadas e incomunicadas por cualquier motivo también eran llevadas a ese piso, algunas a celdas individuales y otras permanecían sujetas a ganchos amurados en las paredes. En la planta baja funcionaba un celdario de bloques, las celdas de escasos dos metros de largo eran ocupadas por una o dos personas en calidad de “presos legales” que permanecían iluminadas día y noche con luz artificial. Las celdas estaban cerradas por una puerta metálica con mirilla. El uso de la capucha era obligatorio fuera de las celdas, en traslados o cuando se hacía presente un oficial. Desde el celdario, los secuestrados accedían a un espacio amplio del galpón al que se llamaba “patio”. Todas las instalaciones se encontraban custodiadas por fusileros armados.

Los galpones que, inicialmente habían funcionado como depósitos aduaneros de mercaderías, tenían escasa aislación y las construcciones o divisiones internas eran precarias. Esto implicaba que los gritos de las personas torturadas fueran constantemente percibidas por las personas secuestradas clandestinamente y presas.

El FUSNA tuvo un rol relevante en la coordinación represiva del Plan Cóndor, siendo responsable de operativos realizados en Argentina contra el Partido Comunista Revolucionario (PCR) y las Agrupaciones de Militantes Socialistas (AMS) con quienes los Grupos de Acción Unificadora (GAU) tenían relación a través de la Unión Artiguista de Liberación (UAL). Asimismo fueron quienes dirigieron el secuestro y entrega de un grupo de militantes Montoneros a miembros de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) de Argentina. La relación y colaboración de los represores del FUSNA y la ESMA fue permanente durante las dictaduras de ambos países.

Varios casos de la participación del FUSNA en operativos del Plan Cóndor son emblemáticos. Aún se investiga la participación de represores del FUSNA en el secuestro  y desaparición de la maestra Elena Quinteros, militante del Partido por la Victoria del Pueblo en junio de 1976. Asimismo de los secuestros de la ciudadana italiana Rafaela Giuliana Filipazzi y del argentino José Agustín Potenza, ambos detenidos en un Hotel de Montevideo, Uruguay y entregados a fuerzas de la policía de la dictadura de Paraguay en junio de 1977.

En noviembre de ese mismo año 1977, Óscar De Gregorio Marconi, ciudadano argentino y militante del grupo Montoneros, fue detenido en el puerto de Colonia al intentar ingresar al Uruguay. Trasladado al FUSNA en Montevideo, donde fue interrogado; fue herido al intentar escaparse después de fingir una reunión con otros militantes en la Ciudad Vieja, y posteriormente fue entregado a represores argentinos. El 17 de diciembre un helicóptero de la Armada Argentina aterrizó en el Área Naval del Puerto de Montevideo y lo trasladó en forma clandestina a la ESMA donde desaparece. Esa situación fue investigada y consta en la sentencia del Juicio ESMA IV de abril de 2021.

Según el testimonio de Daniel Rey Piuma, quién ingresó a trabajar en la Armada uruguaya y desertó en 1980 para denunciar las torturas que allí ocurrían, el funcionamiento represivo vinculaba la operativa en el Puerto de Montevideo de la División de Inteligencia de Prefectura (DIPRE) y el FUSNA.

Entre otros represores operó Jorge Tróccoli quien, prófugo de la justicia uruguaya, fue condenado a cadena perpetua por 26 homicidios en la causa contra el Plan Cóndor desarrollada en Roma en julio de 2021.