María Cecilia Magnet Ferrero nació el 3 de diciembre de 1948, en Santiago de Chile. Era la mayor de seis hijos. La familia se trasladó en 1965 a Washington, D.C. (Estados Unidos) debido a que el padre, Alejandro Magnet, fue nombrado embajador ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) por el presidente Eduardo Frei Montalva.
Desde niña, María Cecilia mostró un profundo compromiso social hacia los pobres, los sectores populares, un anhelo genuino de justicia social para su pueblo. Era una mujer especial, colmada de talentos y sueños, muy vital, inteligente, profunda, aplicada, muy consciente de haber tenido una vida -hasta entonces-privilegiada. Tenía una mirada dulce, pícara, sus ojos color miel, su sonrisa ancha, su mano generosa.
María Cecilia terminó en Washington la secundaria y, luego, entró a estudiar Sociología en la Universidad Católica de la capital de Estados Unidos. Una vez recibida, regresó a Chile en 1971 y, poco después, se instaló con ella el doctor argentino Guillermo Tamburini, quien entró a militar en el Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR). Ella lo hizo en el Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU), un partido político vinculado al campesinado y a los movimientos estudiantiles universitarios. María Cecilia realizaba diversas tareas de promoción popular (vivió varios meses en la zona de Lota y Coronel, en el sur del país).
En 1972, María Cecilia ingresó a estudiar Economía Política en la Universidad de Chile. Sus estudios se vieron interrumpidos con el Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. Ella y su pareja, Guillermo Tamburini abandonaron Chile a fines de ese año (por separado) y se casaron en enero de 1974, en Buenos Aires. Desde entonces ella trabajaba en un instituto de idiomas y él como médico. Tras el Golpe militar en Argentina, el 24 de marzo de 1976, Cecilia ayudó activamente en conseguir visas para que muchos perseguidos latinoamericanos -varios amigos de la pareja- abandonaran el país.
En julio de 1976 una mujer que no se quiso identificar hizo una llamada al hogar de la familia Magnet Ferrero, en Santiago, y pidió hablar con el padre de Cecilia. En pocas palabras, la mujer le avisó que su hija había sufrido un accidente, y que no era del tipo automovilístico. El padre viajó a Buenos Aires días más tarde. El departamento que ocupaban en Avenida Córdoba 3386, cuarto piso, había sido allanado y saqueado. El anillo de matrimonio de Cecilia fue encontrado bajo su cama.
Los vecinos, paralizados por el miedo, se negaron a hablar. Sólo logró saber que ambos fueron sacados del departamento a las cuatro de la madrugada del 16 de julio de 1976. Un joven vio cómo Cecilia fue obligada a subir a un automóvil del Ejército. Según esa misma fuente, Tamburini habría gritado su nombre y el de su esposa, se habría identificado como médico y cuando opuso resistencia a su detención, habría resultado herido a bala. Su cuerpo habría quedado abandonado en la acera durante varias horas. Cecilia tenía 27 años al momento de su desaparición. Guillermo, 32 años.
La Comisión Rettig - creada en Chile en 1990 al retorno de la democracia - estimó, a la luz de los antecedentes, que Guillermo Tamburini y María Cecilia Magnet desaparecieron en violación de sus derechos humanos; en ese momento, la Comisión entendió no tener elementos para afirmar la responsabilidad de Chile en los hechos que damnificaron a María Cecilia y Guillermo. Su caso también fue incorporado a la Comisión CONADEP de Argentina.
La desaparición de Cecilia y la de su marido, en el contexto de Plan Cóndor, fue uno de los casos incorporados –son 94 en total –por el juez Baltasar Garzón en España para procesar a Pinochet en 1998. El 10 de septiembre de 2004, la familia Magnet Ferrero presentó en Chile una querella en contra del general Augusto Pinochet y quienes aparezcan responsables por los delitos de secuestro, asociación ilícita y demás conexos de María Cecilia Magnet.
El caso de María Cecilia fue uno de los 23 casos de ciudadanos chilenos que formaron parte del juicio “Plan Cóndor” llevado adelante en Argentina y cuya sentencia fue dada a conocer el 27 de mayo 2016. Ese día, al cierre del juicio, Humberto José Román Lobaiza (de 89 años) y Felipe Jorge Alespeiti (87), fueron los únicos dos imputados en el secuestro y desaparición de María Cecilia. El primero fue condenado a 18 años de prisión y, el segundo, a doce. Humberto Lobaiza era -para la fecha del secuestro- coronel de ejército y se jubiló en 1980. En julio de 1976, Felipe Alespeiti era teniente coronel de ejército, jefe del Regimiento de Infantería I Patricio y, como tal, jefe del Área II de la subzona Capital Federal. Se retiró del ejército argentino en mayo de 1977 y murió en julio de 2016. Ambos ya cumplían arresto domiciliario por otros crímenes de lesa humanidad.
En el marco del juicio Cóndor, las pruebas recopiladas permitieron comprobar la responsabilidad del estado de Chile en la desaparición de María Cecilia y Guillermo. Quedó acreditado el intercambio de información entre las distintas agencias de seguridad, a fin de reprimir y perseguir a los opositores chilenos al régimen instaurado, así como también la presencia de agentes chilenos que coadyuvaron –brindando información y estando presentes en Buenos Aires- al desarrollo del secuestro del matrimonio.
Ficha redactada por su hermana, Odette Magnet Ferrero