El 16 de octubre de 1998, el ex dictador chileno Augusto Pinochet fue detenido bajo arresto domiciliario en una clínica de Londres (Reino Unido) donde se recuperaba de una intervención menor por una hernia discal. La orden de captura internacional la había emitido el juez español Baltasar Garzón con la intención de desarrollar un juicio por los asesinatos de ciudadanos españoles durante la dictadura chilena y el Plan Cóndor.
Este evento tuvo amplia repercusión y durante meses se desarrollaron apelaciones presentadas por la defensa de Pinochet que, junto a la postura del gobierno chileno de que la detención del ex dictador era una violación de su jurisdicción nacional, desarrollaron un complejo debate jurídico y político. La detención domiciliaria duró un total de 503 días.
El 2 de marzo de 2000, el Ministro del Interior británico Jack Straw resolvió liberarlo por razones humanitarias debido a su estado de salud y Pinochet regresó a Chile. El 6 de marzo de 2000, el juez chileno Juan Guzmán Tapia pidió el desafuero parlamentario de Pinochet que detentaba el cargo de senador vitalicio en Chile.
En 2004, la Corte de Apelaciones y la Corte Suprema de Chile respaldaron inesperadamente una solicitud del juez Guzmán Tapia y decidieron que Pinochet podía ser juzgado por los crímenes contra 19 víctimas chilenas del Cóndor.