El 28 de noviembre de 1975, representantes de los regímenes de Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay, reunidos en Santiago de Chile, establecieron el llamado “Sistema Cóndor,” o Plan Cóndor.
Según el Acta de Clausura de la Primera Reunión Interamericana de Inteligencia Nacional, el nombre Cóndor fue aprobado por unanimidad por una moción presentada por la delegación de Uruguay en homenaje al país sede. El cóndor andino es uno de los símbolos del escudo de armas de Chile.
La red transnacional del Cóndor permitió a los gobiernos dictatoriales focalizarse específicamente en las personas exiliadas que habían huido de su país de origen y continuaban denunciando desde el extranjero los crímenes de lesa humanidad cometidos por las dictaduras. En algunos casos familiares de las personas perseguidas también sufrieron persecución, como es el caso de quienes cruzaban fronteras buscando a sus seres queridos desaparecidos. Hacia 1978, el Plan Cóndor abarcó un despliegue de incidencia en ocho de 13 países de América del Sur; en la práctica, se estableció un área de terror e impunidad sin fronteras, afectando a cientos de víctimas. En un documento desclasificado del FBI de Estados Unidos de septiembre de 1976 se afirmaba que “los miembros de Plan Cóndor que habían demostrado más entusiasmo hasta la fecha eran Argentina, Uruguay y Chile.”
El Cóndor reprodujo la misma gama de violaciones de derechos humanos llevadas a cabo por estos regímenes dentro de sus fronteras, pero con un ingrediente adicional: la naturaleza transnacional de los crímenes, algunos de los cuáles ocurrieron fuera de América del Sur.
En la página de "Contexto Histórico" puede ampliarse está información.