El Pozo de Quilmes fue un centro clandestino de detención, exterminio y tortura de Argentina que estuvo ubicado en la esquina de las calles Allison Bell y Garibaldi, en el centro de la ciudad de Quilmes, en la Provincia de Buenos Aires. El lugar también fue conocido como “Chupadero de Malvinas” y “División de Cuatrerismo”.

El lugar fue sede de la Brigada de Investigaciones de Quilmes, donde operaba la Policía de la Provincia de Buenos Aires, en particular su Dirección General de Investigaciones, en vínculo con el Primer Cuerpo del Ejército. El centro clandestino estaba integrado a la red represiva territorial constituída por un total de 29 centros clandestinos que se denomina “Circuito Camps,” por el rol jerárquico cumplido por el jefe de policía de la Provincia de Buenos Aires, el General Ramón Juan Camps.

Desde agosto del año 1975 el predio se utilizó para la detención ilegal de prisioneros y luego del golpe de estado del 24 de marzo de 1976 su funcionamiento como centro de detención y tortura clandestino se hizo sistemático hasta 1978.

Dos construcciones comunicadas entre sí constituían la estructura del predio: una casa de dos plantas y un edificio de cinco pisos que contaba con una entrada de vehículos por donde se ingresaban las personas secuestradas. El acceso desde la calle se daba a través de un portón que corría sobre un riel y desde allí se ingresaba a una pequeña oficina, una cocina y un pasillo angosto que llevaba a una escalera. Algunas de las habitaciones de esta planta baja eran utilizadas como salas de torturas.

Los calabozos en su mayoría eran de 1,80 metros de ancho por 2 metros de largo con paredes de cemento cerradas por puertas de hierro y con una pequeña ventana con rejas. Según los testimonios de sobrevivientes, las mujeres y los hombres estaban alojados por separado. En general, se destinó el segundo piso a las mujeres, y el tercer piso a los hombres.  

Por este lugar pasaron unas 250 personas secuestradas. Además de argentinos, había personas de nacionalidad uruguaya, paraguaya y chilena, en el marco de las acciones del Plan Cóndor. Fueron siete las mujeres secuestradas que cursaron allí sus embarazos y que fueron trasladadas luego al Pozo de Banfield, que también integraba el Circuito Camps, donde funcionaba una sala para partos. Los niños y niñas nacidos en cautiverio fueron secuestrados y apropiada su identidad.

La Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) creada en 1983 al finalizar la dictadura argentina, realizó una inspección del Pozo de Quilmes el 18 de mayo de 1984. En ese momento el predio era ocupado por la Brigada Femenina de la Policía de la Provincia de Buenas Aires.

El 24 de marzo de 2014 se realizó la señalización del espacio. En el año 2017 el predio fue declarado por ley como Sitio de Memoria para defensa y promoción de los Derechos Humanos. El edificio desde el año 2020 es gestionado por la Comisión Provincial por la Memoria.

En octubre de 2020, inició el juicio oral que abarca varias causas que investigan los delitos cometidos en los centros clandestinos de detención, tortura y exterminio de “Pozo de Banfield”, “Pozo de Quilmes y “El infierno” de Lanús, que funcionaron en las que fueron las sedes de las Brigadas de Investigaciones de la Policía bonaerense. Esta causa aborda a un total de 442 víctimas, entre las que se cuentan 18 mujeres embarazadas y sus hijos nacidos en cautiverio.